Practican un deporte que exige esfuerzo, compromiso y voluntad.
Están en el atletismo, y nos cuentan cómo comenzaron y cuál es su objetivo.
Están en el atletismo, y nos cuentan cómo comenzaron y cuál es su objetivo.
En el prólogo de “Médicos de cuerpos y almas”, Taylor Caldwell en un intento de brindar fundamentos a cerca de una obsesión, dice: -No lo sé. Ante esta pregunta sólo sé citar una frase de Nietzche: “Se oye —ni se busca ni pregunta quién da— no he podido elegirlo por mí mismo”.
Y tratando de buscar una analogía entre lo que dice Caldwell, con la obsesión que significa, en estos tiempos, volcarse decididamente a la práctica del deporte base.
Encontramos a personas, jóvenes y no tanto que parecen encontrar en el atletismo, la tan ansiada piedra filosofal.
Todavía no tienen el vuelo, el nivel de performance que han alcanzado otros riocuartenses, pero van detrás de una meta.
Tal es el caso de Patricia Celis que dice:
Me surgió la idea de correr a partir de la necesidad de hacer alguna actividad física y además para bajar de peso y mejorar el estado físico, (endurecer, afirmar, etc).
Empecé caminando por el Parque Sarmiento, sola, aunque me gustaba mucho solía aburrirme y en realidad no veía resultados… así fue como por una sugerencia de mi hermana Griselda, la de correr pequeños tramos e ir haciendo una costumbre para el cuerpo, así poder ir avanzando y agregando más tiempo y espacio a la actividad.
Después ella y mi cuñado empezaron a acompañarme y a organizarme los tiempos de entrenamiento, de a poquito y con muchas ganas comencé a avanzar en la cantidad de km recorridos, a tener mayor resistencia y sentir gusto por esta disciplina.
Sin darme cuenta logré constancia en mi entrenamiento, organización y responsabilidad a la hora de hacer el ejercicio, a comer sano y de a poquito fui observando cambios en mi cuerpo, que me agradan.
De la mano de mi hermana que es una experimentada y reconocida atleta de la ciudad, Griselda Celis, fui queriendo este deporte, aprovechando el tiempo de ensayo y tomando conciencia de que todos podemos lograr metas, y que cada km. recorrido es un obstáculo menos por vencer, que aunque esté cansada siempre debo sacar ganas y seguir adelante.
De repente y sin tomar demasiada conciencia, me encontré inscribiéndome (a los dos meses de haber empezado) para correr un Cross Country de 6 km. en el Parque Sarmiento, en Córdoba, conociendo así mi primer tiempo en una carrera, descubrir lo que se siente ante una largada, la adrenalina de competir con gente de distintas edades y descubrir mis fortalezas y debilidades. Fue una experiencia maravillosa, y no sé si mi objetivo es llegar a GANAR carreras, pero de algo estoy segura es que me gusta correr, me gustan los desafíos, y cada nueva propuesta es un desafío que ahora de la mano de ella y de mi querido profesor que va a ser quién me va a guiar y a acompañar en este nuevo aprendizaje voy a lograr alcanzar distintas metas.
Por eso, creo que todos deberíamos realizar alguna actividad para cuidar nuestro cuerpo y nuestra mente, y todos tendríamos que contar con gente que nos acompañe y fortalezca en nuestro andar.
Debo agradecer profundamente a mi hermana Griselda, a mi cuñado Walter Castellano, por estar siempre apoyándome.
Tomás Fernández nos dijo:
Siempre me gustó ver pasar la Maratón de los 2 años a la vuelta de casa, lo veía como algo importante, difícil de lograr.
Y como objetivo y una meta a lograr, me propuse empezar a ser protagonista de una maratón. Empecé a entrenar solo, como por un viejo capricho, con zapatillas viejas, un short, una remera y muchas ganas. Fue así como descubrí que correr me llenaba de vida, me hacía sentir una persona con un objetivo y con ganas de superarme a mí mismo.
Después de un tiempo, comencé a entrenar en la escuela de atletismo de FUNDEMUR, y sentí un gran apoyo tanto por parte del profe, como de los compañeros, lo que me impulsó a quedarme, y hoy en día, dispuesto a ser un fondista. Correr para mí significa mucho, más allá de bajar de peso, es poder escaparme de los problemas, sentirme algo o alguien que se aleja de todo lo malo, y que tiene un claro objetivo; el superarse y poder llegar a la meta, diciendo " bien, lo logré" son sensaciones que te las brinda solamente el atletismo, por eso elegí ser lo que soy, un atleta, o por lo menos intentarlo.
Muchas gracias al apoyo que nos brinda FUNDEMUR, familiares, y amigos.
Ahora Matías Ortíz nos comenta:
Todo esto comienza hace 7 años, cuando con 10 años de edad, me diagnostican Diabetes Mellitus. Yo era un pibe que nunca había hecho ningún deporte... no quería saber nada...
Sabía que necesitaba hacer actividad física, pensé en empezar a ir a un gimnasio, hacer natación y al final comencé a practicar básquet, me copé. Paralelamente salía a trotar y a veces lo hacíamos como complemento en el mismo club. Me mantuve unos años con el básquet, que por cierto me dio muchísimo en todo sentido; amistades, experiencias de todo tipo, sensaciones maravillosas.
Cuando tenía 13 decidí inscribirme para correr la maratón de los dos años; salí a correr con todo, tenía muchísimo miedo, me pasaba de todo por la cabeza... cuando llegué al noveno quilómetro, pasando a dos cuadras de mi casa, me caí desmayado; cuando me desperté estaba arriba de una ambulancia con oxígeno sin entender nada. En ese momento no quería saber nada con volver a correr, recuerdo haberle prometido a un amigo que me estaba bancando ese día "Te juro que no vuelvo a correr nunca más", tenía un espanto, parecía que me iba a morir. Pero a la edición siguiente me volví a inscribir y así volví a correr todas las que pasaron hasta este año... Sin desmayos por suerte, jajaja…
Hace un tiempo que dejé de jugar al básquet pero me mantuve haciendo algo y a comienzos de este año me puse en contacto con Walter el profe, y empecé a entrenar porque ya no quise conformarme con solo poder terminar carreras, si no que me dieron ganas de mejorar, bajar mis tiempos; ponerle un poco de profesionalismo a todo esto. Mi sueño y deseo más grande es poder ganar una carrera de diez kilómetros, me parece la distancia más linda para correr.
Y para hacer un poco más amplia mi meta, me gustaría ganar una carrera en mi ciudad, Río Cuarto. Todos los días deseo y me imagino corriendo al lado de esos tipos que puntean las carreras todo el tiempo, te da miedo verlos pasar...
Pero bueno, se que para eso se necesita mucho trabajo, sacrificio y voluntad. A veces cuando me quiebro por distintas cosas, trato de poner la mente en blanco y volver a empezar, me vuelvo a replantear mis deseos y la idea de que todo se consigue con el sacrificio.
Correr es más que una disciplina, correr te llena el alma, te desconecta de todo, te da vida... CORRO PORQUE ME HACE BIEN.
"Imposible es solo una palabra que usan los hombres débiles para vivir fácilmente en el mundo que se les dio, sin atreverse a explorar el poder que tienen para cambiarlo.
Imposible no es un hecho, es una opinión. Imposible no es una declaración, es un reto. Imposible es potencial. Imposible es temporal"
Pronto más testimonios... de los protagonistas:
Ahora Matías Ortíz nos comenta:
Todo esto comienza hace 7 años, cuando con 10 años de edad, me diagnostican Diabetes Mellitus. Yo era un pibe que nunca había hecho ningún deporte... no quería saber nada...
Sabía que necesitaba hacer actividad física, pensé en empezar a ir a un gimnasio, hacer natación y al final comencé a practicar básquet, me copé. Paralelamente salía a trotar y a veces lo hacíamos como complemento en el mismo club. Me mantuve unos años con el básquet, que por cierto me dio muchísimo en todo sentido; amistades, experiencias de todo tipo, sensaciones maravillosas.
Cuando tenía 13 decidí inscribirme para correr la maratón de los dos años; salí a correr con todo, tenía muchísimo miedo, me pasaba de todo por la cabeza... cuando llegué al noveno quilómetro, pasando a dos cuadras de mi casa, me caí desmayado; cuando me desperté estaba arriba de una ambulancia con oxígeno sin entender nada. En ese momento no quería saber nada con volver a correr, recuerdo haberle prometido a un amigo que me estaba bancando ese día "Te juro que no vuelvo a correr nunca más", tenía un espanto, parecía que me iba a morir. Pero a la edición siguiente me volví a inscribir y así volví a correr todas las que pasaron hasta este año... Sin desmayos por suerte, jajaja…
Hace un tiempo que dejé de jugar al básquet pero me mantuve haciendo algo y a comienzos de este año me puse en contacto con Walter el profe, y empecé a entrenar porque ya no quise conformarme con solo poder terminar carreras, si no que me dieron ganas de mejorar, bajar mis tiempos; ponerle un poco de profesionalismo a todo esto. Mi sueño y deseo más grande es poder ganar una carrera de diez kilómetros, me parece la distancia más linda para correr.
Y para hacer un poco más amplia mi meta, me gustaría ganar una carrera en mi ciudad, Río Cuarto. Todos los días deseo y me imagino corriendo al lado de esos tipos que puntean las carreras todo el tiempo, te da miedo verlos pasar...
Pero bueno, se que para eso se necesita mucho trabajo, sacrificio y voluntad. A veces cuando me quiebro por distintas cosas, trato de poner la mente en blanco y volver a empezar, me vuelvo a replantear mis deseos y la idea de que todo se consigue con el sacrificio.
Correr es más que una disciplina, correr te llena el alma, te desconecta de todo, te da vida... CORRO PORQUE ME HACE BIEN.
"Imposible es solo una palabra que usan los hombres débiles para vivir fácilmente en el mundo que se les dio, sin atreverse a explorar el poder que tienen para cambiarlo.
Imposible no es un hecho, es una opinión. Imposible no es una declaración, es un reto. Imposible es potencial. Imposible es temporal"
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